Artista autodidacta, Adeline comenzó su práctica en su ciudad natal en Francia en 2006 cuando decidió dejar su carrera legal para convertirse en una artista profesional de mosaicos. Aprende trabajando en el campo con maestros del mosaico canadienses, italianos y franceses. Ahora tiene su sede en Montreal, Quebec.

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El arte del mosaico es parte de la reinvención de la naturaleza al ensamblar fragmentos de piedra para transmitir una emoción que lo acompaña en todo el proceso creativo. La vida es un mosaico de eventos, colores, sentimientos y el arte del mosaico se forma a través de los elementos que nos rodean en la vida, todos los materiales se pueden reutilizar y darles un segundo aire en un mosaico. Adeline utiliza muchos materiales reciclados en sus obras, ya sean esculturas, murales o muebles. Se deja guiar por el contacto con la materia, el tacto de las materias primas como la piedra o el vidrio iridiscente, la cerámica esmaltada nueva o usada. Su inspiración suele estar guiada por la exploración de texturas, y la luz juega un papel importante en su proceso creativo. Canalización de emociones; trascender la espontaneidad del sentimiento hacia la obra, sin alterarla, en la precisión del gesto del tamaño de la piedra.

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Además, desde 2014 se ha dado la misión de promover las artes visuales a un público amplio, ofreciendo talleres de arte del mosaico a los estudiantes en las escuelas, creando murales con la participación de los ciudadanos en los callejones verdes, abriendo un arte del mosaico escuela para niños en Haití. La habilidad de la médium en el arteterapia también la lleva a jóvenes con deficiencia mental y trastorno del espectro autista. Esto es para estimular el potencial creativo de cada uno, para fomentar la apertura hacia uno mismo, hacia el interior, tanto como hacia los demás, y para ofrecer otro medio de expresión.

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